Hace unas semanas explicábamos en un post el impacto de los riesgos del cambio climático sobre el crédito a conceder por los bancos, sobre todo en aquellas entidades que tienen una cartera de financiación a empresas afectadas por la transición energética.
El cambio climático va a estar cada vez más presente en la evolución de los sistemas financieros. Por una parte, porque los riesgos físicos del cambio climático pueden afectar a las variables macroeconómicas, al mercado asegurador, a la capacidad de financiar las necesidades de infraestructura, etc. En segundo lugar, porque se impone la transición de una economía con elevadas emisiones de carbono a otra mucho más sostenible.
Larry Fink, presidente y CEO de la gestora de activos BlackRock, ha publicado la esperada carta anual que dirige a los directivos de grandes compañías en calidad de asesor y fiduciario de los inversores que son clientes de la gestora.
En esta ocasión la carta ofrece valiosas reflexiones para comprender mejor el posible impacto del riesgo climático tanto en nuestro mundo físico como en el sistema global que financia el crecimiento económico. También invita a los directivos a sumarse a un cambio profundo y sostenible en las finanzas globales. Resumimos los principales aspectos que trata:
1. Cambio estructural de las finanzas en un futuro cercano
La comprensión del potencial impacto del cambio climático avanza. Los inversores están teniendo cada vez más en cuenta el riesgo climático para hacer una profunda reevaluación del riesgo y el valor de los activos, y modificar sus portfolios en consecuencia.
Puesto que los mercados de capitales incorporan en sus proyecciones el riesgo futuro, este análisis está impulsando una importante reasignación del capital hasta el punto de estar al borde de un cambio estructural de las finanzas.
2. El riesgo climático es un riesgo de inversión
Aunque los gobiernos lideren la transición energética, deben trabajar junto con el sector privado, empresas e inversores, para llevar a cabo una transición justa y equitativa.
Es necesaria la implicación de todos los agentes para mitigar el riesgo climático, puesto que si bien algunos esfuerzos podrían generar mayor actividad económica a corto plazo, el problema principal es enfrentarse al largo plazo.
3. Sostenibilidad y transparencia para un amplio abanico de grupos de interés
Una empresa con un fuerte sentido de propósito y compromiso con las necesidades de un amplio abanico de stakeholders conecta más profundamente con sus clientes, que recompensan así su capacidad para adaptarse a las cambiantes demandas de la sociedad. Ambos aspectos son el motor de la rentabilidad empresarial a largo plazo.
Las compañías y países que aboguen por la transparencia y sean receptivas a las necesidades de sus stakeholders atraerán más eficientemente una inversión de calidad. En este sentido, en la carta de Larry Fink se hace un llamamiento a las empresas para una adopción más generalizada y estandarizada que mejore la divulgación de información no financiera (ley 11/2018) en su reporting.
Esta información debe ir más allá de la mitigación de los riesgos climáticos e incluir información de sostenibilidad como por ejemplo, la diversidad de su fuerza de trabajo, la seguridad, la protección de los datos de sus clientes, la sostenibilidad de su cadena de suministro o la ética empresarial.
En definitiva, la información sobre sostenibilidad ha de ofrecer una visión de los resultados bien fundada y que aporte valor, de forma que se cubran realmente las demandas de los diversos stakeholders. Esta tendencia surge como demanda por parte de inversores y de la sociedad en general de proporcionar información transparente, pero también comparable y precisa.
Sin duda, el uso de BilliB como solución para gestionar descuentos por pronto pago con proveedores es una práctica fundamental en la ruta para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Al ejercicio de transparencia que supone disponer en una plataforma de Supply Chain Finance (SCF) de información en tiempo real sobre los acuerdos propuestos y aceptados, así como el estado de los pagos, se suma el ejercicio de la responsabilidad social financiera por extender la liquidez de forma inmediata a los proveedores, sin ningún riesgo, de una forma colaborativa, sin bancos y con un coste asequible.
BilliB ayuda a crear valor sostenible porque impulsa la rentabilidad de las empresas al tiempo que mejora la estabilidad a la cadena de suministro, al mitigar los riesgos de interrupción del abastecimiento y fortalecer las relaciones entre las empresa socias en dicha cadena.
4. Capitalismo transparente y responsable
En la carta de Larry Fink se afirma que incluso si sólo se concretan algunos de los impactos proyectados, la crisis climática es mucho más estructural y de largo plazo que otras crisis y retos financieros de los últimos años. Incluso más que la grave crisis financiera global de 2008.
A medida que nos acercamos a un periodo de importante reasignación de capital hacia estrategias sostenibles, las empresas tienen no solo el imperativo económico sino la responsabilidad de lograr un capitalismo más sostenible e inclusivo, que genere crecimiento y desarrollo social.