La compleja e incierta situación actual está poniendo a prueba la capacidad de reacción de las cadenas de suministro de las empresas ante la caída disruptiva de la demanda, los cambios bruscos en las preferencias de compra o el aumento exponencial del comercio electrónico. Por ello, el primer reto para las empresas a corto plazo es conseguir alinear la oferta existente con dicha demanda.
Para lograr esa alineación, además de analizar cómo reducir costes e inversiones, las empresas se están centrando en mejorar la planificación de las operaciones. Esta adquiere una importancia capital en la gestión de la cadena de suministro para afrontar la complejidad e incertidumbre del entorno.
La planificación adquiere una importancia capital en la gestión de la cadena de suministro, para afrontar la complejidad e incertidumbre del entorno y alinear la oferta con la demanda
La planificación: elemento principal en la gestión de la cadena de suministro
En este contexto, “acertar” con la planificación es crítico. La previsión y planificación de la demanda, de la gestión de la gama de productos y de las compras, el desarrollo de una estrategia de inventario y la planificación de la producción -de modo que se pueda responder a las disrupciones en las cadenas de suministro- se convierten en retos fundamentales.
Así mismo, la planificación es fundamental para lograr la eficiencia en la gestión de pedidos y servicio al cliente, de modo que la logística y el transporte puedan responder a nuevos escenarios de disminución generalizada de la demanda de productos y servicios y a un aumento considerable de pedidos vinculados a los sectores más afectados por la pandemia. Para los responsables de logística y abastecimientos, la situación actual ha requerido de un esfuerzo importante para mantener el nivel de servicio y satisfacer a los clientes, gestionar el crítico proceso de la entrega de la “última milla”, etc.
Además, las disrupciones en las cadenas de suministro que se están dando en estos momentos, generan retrasos y/o interrupciones tanto en el abastecimiento como en la entrega de productos y servicios a los clientes. Esta crisis ha demostrado la importancia de realizar una planificación anticipada del riesgo e implementar sistemas para su gestión, así como estrategias de continuidad de las operaciones que se realizan en dichas cadenas.
Si hablamos del ámbito financiero la criticidad es máxima también. La planificación de las operaciones financieras de la cadena de suministro también es clave en la situación actual, que exige de las empresas una eficiente gestión de la liquidez. Acertar en la previsión de cobros y pagos en la elaboración de los presupuestos de tesorería es ahora vital.
Carlos Tur, director de Jaggaer para España y Portugal, explica en su artículo “Reducir riesgos, mantener el flujo de caja: compras y nueva normalidad” que mantener el flujo de caja, controlar el gasto y mitigar los riesgos en la cadena de suministro es esencial para proteger a los trabajadores y continuar con la actividad, y son factores cruciales para mantener el EBITDA.
También menciona la necesidad de desarrollar planes de emergencia o contingencia, o integrar fuentes de datos internas y externas para obtener una mayor visibilidad de la cadena de suministro.
Mantener el flujo de caja, controlar el gasto y mitigar los riesgos en la cadena de suministro es esencial para proteger a los trabajadores y continuar con la actividad. Todos estos factores son cruciales para mantener el EBITDA (artículo de Carlos Tur, director de Jaggaer para España y Portugal, en el portal CdS #cadesum)
Las empresas también están diversificando proveedores desde una perspectiva más nacional. El objetivo es reducir los riesgos de la oferta proveniente de otros países o regiones del mundo, y agilizar y controlar mejor los pedidos.
Con esta perspectiva, las empresas están desarrollando relaciones sólidas con los proveedores más estratégicos y buscan mayor visibilidad de las operaciones a lo largo de la cadena de suministro. Solo así podrán entender mejor sus riesgos y tomar las decisiones más adecuadas para su gestión específica.
Desde el lado de la demanda, vemos que el comercio de proximidad se fortalece durante la pandemia pues la mayoría de los consumidores buscan un servicio rápido de los pedidos y una ubicación cercana a su domicilio.
La digitalización acelera el paso de una cadena de suministro a una red de suministro colaborativa
En la última sesión online del Ciclo de Conferencias de la revista DISTRIBUIÇÃO TODAY, celebrada en julio sobre el desafío de la COVID-19 a la cadena de suministro, algunos directivos apuntaban que el estrés al que se han visto sometidas a raíz de la crisis ha acelerado la necesidad de transformar la cadena de suministro en una red de suministro.
¿Qué significa esa transformación? En una cadena de suministro tradicional se desarrollan cinco procesos secuenciales: desarrollo del producto, abastecimiento de materias primas, producción, y venta y distribución. Bajo el concepto de red de suministro todos esos procesos están interconectados por la planificación. Esto significa que cuando se desarrolla el producto, ya se consideran aspectos de los procesos que tradicionalmente aparecen de forma secuencial.
La tensión de las cadenas de suministro durante la pandemia refuerza la necesidad de crear cadenas aún más colaborativas
Esta concepción del supply chain como una red impulsa un mayor intercambio y colaboración, así como mayor visibilidad de los datos entre los diversos actores de la cadena de suministro, que beneficia a todos ellos. Hoy lo que marca la diferencia para una empresa es saber utilizar toda la información que genera y lograr dar sentido a estos datos para mejorar la toma de decisiones.
En este contexto, los datos adquieren una especial importancia, sobre todo si se comparten entre actores en una lógica de colaboración… Es completamente diferente para un gerente manejar lo normal y manejar lo inesperado… Hoy en día con la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, e incluso alguna exigencia, del mercado, los datos son un aliado importante (Flávio Guerreiro, Country Manager de LPR, en el Ciclo de Conferencias de la revista DISTRIBUIÇÃO TODAY, julio 2020)
Para adquirir esa mayor capacidad de planificación que ahora se necesita, y avanzar hacia una cadena de suministro colaborativa, es necesario agilizar su gestión mediante la digitalización. A pesar de que las empresas afrontan tiempos difíciles, pueden sacar al menos, dos ventajas de los retos a los que les enfrenta la crisis: avanzar en su proyecto de digitalización y una gestión más eficiente de la cadena de suministro.
En efecto, es una oportunidad idónea para adoptar soluciones de compras y aprovisionamiento para una gestión eficaz del gasto y un control estricto de los costes, y también para vigilar de cerca las interrupciones en las cadenas de suministro e implementar herramientas para la entrega a tiempo, como explica Carlos Tur.
Igualmente, se hace necesaria la alineación de Compras con las áreas financieras para el cuidado de la caja a través de la gestión eficiente de inventarios y de las condiciones de pago.
El Supply Chain Finance o SCF apoya precisamente esa alineación entre Compras y Finanzas y una gestión eficiente de los flujos monetarios que se dan en la cadena de suministro entre la empresa compradora y sus proveedores.
Una solución SCF para pagar facturas a proveedores y gestionar descuentos por pronto pago a través de su plataforma, permite realizar acuerdos B2B de forma muy fácil y flexible. Por ejemplo, con BilliB el director financiero de la empresa compradora, en colaboración con el director de Compras, puede tomar las mejores decisiones en la gestión del pago en base a información permanentemente actualizada sobre:
- El estado de las facturas de los proveedores incorporados a la plataforma
- El histórico de las operaciones realizadas y de los pagos
- Las condiciones de los acuerdos de descuento
- El cuadro de vencimientos futuro
- Los datos de todas las cuentas de tesorería y productos de financiación de riesgo comercial y financiero contratados
De esta forma, el director financiero puede gestionar esos datos en tiempo real y tomar decisiones informadas en la planificación de los pagos a proveedores.
Si se hacen los pagos a proveedores con tesorería propia, el importe del descuento se convierte en beneficio bruto para la empresa compradora. Sin embargo, al director financiero puede interesarle no “quemar caja” y financiar pagos. En este caso, la empresa rentabiliza su solvencia porque también gana la diferencia entre el importe del descuento y el coste financiero.
En resumen, el SCF permite a la empresa compradora conseguir mayores descuentos gracias a la flexibilidad, agilidad y facilidad que aporta a su gestión, logrando mejorar su EBITDA y ser más eficiente en la gestión de la liquidez. Por su parte, los proveedores obtienen la liquidez que necesitan de forma ágil, sencilla y transparente, con total libertad para aceptar en cualquier momento los descuentos propuestos por su cliente. Las previsiones de pago y de cobro mejoran en ambas empresas. Tanto la empresa compradora como sus proveedores ganan y se fortalecen las relaciones de confianza entre ambas. ¿Quieres profundizar más en todos los beneficios del SCF para las empresas compradoras?
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